Entrar en Rimini Wellness desde el primer día es sumergirse en un flujo de energía palpable. No es solo una feria: es un festival vivo, un lugar donde el visitante no es espectador pasivo sino actor principal. En otros encuentros internacionales, el público observa y toma nota; aquí, se suda, se prueba y se comparte. La diferencia se siente desde el primer paso: hay quien llega directamente vestido para entrenar, dispuesto a participar y no solo a mirar. Este simple gesto cambia la atmósfera por completo.
Lo más impactante de esta edición ha sido, sin duda, el regreso de los jóvenes. Multitud de chicos y, sobre todo, chicas han llenado los espacios dedicados al entrenamiento con pesas, revitalizando el bodybuilding (ojo aquí que no generalizo diciendo “entrenamiento de fuerza” y lo hago conscientemente), con una frescura que sorprende. Se percibe no solo un cambio de estética, sino la construcción de una identidad: la de quienes no quieren solo contemplar el fitness, sino formar parte de él de manera activa y orgullosa.
Junto a esta fuerza renovada del entrenamiento con pesas, las actividades dirigidas han recuperado protagonismo con más energía que nunca. Las clases colectivas —funcional, ritmos, coreografías— se han vivido como verdaderas celebraciones. Se aprecia una conexión emocional muy intensa: la música, el ritmo y la energía compartida crean un espacio que trasciende la técnica y se convierte en pura experiencia. En este apartado, como siempre digo quizás denostado, las apuestas de grandes marcas (kappa, barilla…) y otras de la industria (les mills, zumba…) contratando pabellones completos para promocionar su marca a través de las sesiones de los instructores más reconocidos del país es algo para reflexionar.
Competición y reto: la fuerza del desafíO
Otra línea de análisis clave es la explosión de la experiencia competitiva. El Hyrox —con más de diez mil participantes— es el mejor ejemplo de cómo el desafío físico y mental se convierte en motor de comunidad y de superación. Lo mismo ocurre con las competiciones de CrossFit (en las que se percibe una disminución importante de interés a favor del HYROX) y culturismo, que refuerzan la idea de que el fitness no es solo salud o estética: es también reto, orgullo y pasión.
Aquí, la motivación nace del deseo de medirse, de demostrarse a uno mismo y a los demás que se puede llegar más lejos. El éxito de estos formatos confirma que, más allá del entrenamiento en grupo o del wellness puro, hay un público que busca la adrenalina de la competición.
El papel de las marcas: salud y estilo de vida integradoS
Me ha llamado especialmente la atención cómo las marcas están abrazando este espíritu activo y vibrante. Ejemplos como las activaciones de Barilla —que conectan alimentación y movimiento— muestran que el fitness ya no es solo un tema de máquinas o rutinas. Las marcas entienden que el estilo de vida saludable es un relato que abarca nutrición, suplementación y bienestar integral.
El mensaje para el sector es claro: ya no basta con ofrecer un producto, hay que vincularlo con la experiencia de vida de las personas. Esa es la nueva frontera del fitness, la que une entrenamiento, salud y comunidad en un mismo relato.
FIBO y Rimini: la foto completa
Si algo me queda claro tras estas semanas de análisis es que no se trata de elegir entre FIBO o Rimini Wellness, sino de comprender que son las dos caras de la misma moneda. FIBO nos muestra hacia dónde se dirigen las tendencias globales: la integración de salud, tecnología e inteligencia artificial. Rimini, por su parte, nos recuerda la fuerza arrolladora de la experiencia directa, el poder de la emoción y la pasión del entrenamiento colectivo y competitivo.
Para entender de verdad dónde está hoy el fitness y hacia dónde va, hay que mirar ambas perspectivas: FIBO y Rimini. Juntas ofrecen la foto completa de una industria en plena ebullición y transformación.
Reflexiones finales
Rimini Wellness 2025 me ha dejado una sensación clara: estamos en medio de una transformación cultural en el fitness. Veo a muchos profesionales que llevan décadas en este sector, compartiendo espacio y visión con jóvenes llenos de energía y talento. El fitness se está reinventando, y eso es emocionante.
- ¿Cómo integrar este renacer del fitness más visceral y competitivo con las tendencias tecnológicas y de salud que vimos en FIBO?
- ¿Cómo encontrar el equilibrio entre el entrenamiento orientado a la estética (bodybuilding) y la propuesta de bienestar holístico?
¿Cómo seguir conectando con este público tan entregado y exigente?
Rimini Wellness 2025 no ha sido solo un evento; ha representado un espejo de la vitalidad de un sector que sigue evolucionando. Un recordatorio de que el fitness no es solo una industria: es una forma de vivir, de expresarse y de compartir.
Y ahí tenemos que estar nosotros para entenderlo.
Hola David,
¡Felicidades por esta publicación sobre Rimini Wellness! En pocas palabras, has logrado transmitir "exactamente" lo que es la experiencia de Rimini Wellness y, al mismo tiempo, la comparación con Fibo es correcta; son dos caras de la misma moneda, ambos con grandes números. Ambos han confirmado en las ediciones de 2025 el nuevo capítulo que apenas ha comenzado en el sector del fitness (o Wellness). Será muy interesante ver sus próximas ediciones de Fibo e IEG (Rimini Wellness) en Riad y Dubái, en un contexto diferente como territorio, pero fuente de inspiración para las demandas del usuario final, un usuario cada vez más atento a sus elecciones y a su estilo de vida dentro de su "comunidad".
Ángelo.
Gracias Angelo!
No cabe duda de que tenemos el reto de comprender a los usuarios de forma transversal y Rimini aporta mucha información para aquellos con ojos abiertos y mente despejada.
Un abrazo!